8.06.2014

El misterio de la luz y el teléfono

Os voy a contar una breve historia.

En casa tenemos una de esas lámparas de pie con luz de lectura y ya eran muchos los días en que encontraba ésta última descolocada como si un fantasma tratase de leer por la noche, amén del teléfono fijo en el suelo. No es que fuese muy difícil imaginar qué podía estar pasando con tantos gatos en casa, pero otra cosa muy distinta es comprobarlo y tener la suerte de fotografiarlo.

Este es Sancho Panza.


Sancho fue el último en llegar a casa. Sancho es un artista, un crack, un gato con arte. Sus andares no te dejan indiferente y su maullido tampoco es poca cosa. Bueno, en realidad sí, ya que es tan agudo que parece el de un gatito que acaba de nacer. Sí, así de mono es.

Pues hace un par de noches, lo pillé haciendo esto... con esa cara de angelito que tiene (y es que lo es):




Ni corto ni perezoso no paró hasta bajar la luz... ¿Es que el gato tiene fotofobia? Todo puede ser, pero lo curioso es que normalmente esa luz no está encendida, por lo que me inclino a pensar que lo hace por pura diversión. Y qué gracioso es verle...




Parece que así está mejor... ¿No? Sancho dice que .

La otra cuestión era la del teléfono (y otro día prometo contar por qué estuvimos una vez dos días sin línea) en el suelo. Y aquí otra imagen, por aquello de que valen más que mil palabras.



¿Misterio resuelto? Casi que sí.


Y Sancho tan contento que parece decir: ¡Choca los cinco! I Did It Again!

2 comentarios:

  1. Sanchito es la caña. No hace trastadas, explora los misterios del universo.
    Cada maullido es un "eh, que estoy aquí, hazme casito".
    <3

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