¡Un añito con la preciosa Phoebe!

#PhoebeLaGata

Phoebe (antes Elia) llegó a casa una noche de sábado tras un largo viaje desde Cáceres, que es donde la encontraron abandonada en una gasolinera a finales de marzo de 2013. Esta gatita, de ojos dulces, tan verdes y tan cariñosos era la nueva compañera de juegos de la pequeña Trece.

Con Trece y Phoebe oficialmente ya podíamos decir que éramos de la asociación gatitas abandonadas en gasolineras. Pero eso ya era lo de menos, porque lo que nos sorprendió desde los primeros días era el vínculo que se estaba creando entre ellas, una verdadera amistad.

Siesta con su inseparable Trece.

Phoebe es una gatita muy especial... Bueno, ¿qué gato no es especial? Tendrá ya poco más de tres años y es tan sensible y amorosa que la llamamos, la gata zen. Transmite mucha paz, y su ronroneo es una especie de zumbido espacial, algo así como un fiuuuuuuu... es muy bonito oírla.

Le encanta amasar y detesta el desodorante. Sabe sentarse para comer jamón york y se vuelve loquita con el yogurt. Eso sí, todo en su justa medida, que esos son sólo mimos.

Mimo-mimo

Hoy Phoebe cumple un año en casa y se ha adueñado de nuestro corazón y del de todos sus amigos peludos, nuestros otros niños. Porque ella lo vale. Lo vale mucho.

Gracias a Cristina por haberla salvado. Y gracias por todo lo que haces por los gatitos: eres nuestra heroína y una gran inspiración.

¡Ojazos!

Gracias Phoebe por ser como eres, tan especial, mimosa y entrañable. Gracias por tantos cabeceos y besitos. Gracias por tanto amor. Gracias por elegirnos tú también y por hacernos tan felices.

Le encanta que le rasquen la barbilla.

Esta cara es pura apariencia. Es un amor.

Tiene casi todas las plantillitas negras, suaves y con olor a gusanitos, que diría Cristina.

Posando para Halloween '13.

La hierba gatera es más rica de mi mano, claro.

Guapa es poco. Es preciosa: por dentro y por fuera.

¡Te queremos, hermosa Fibis!

¡Que sean muchos años más de felicidad!