Doctor Who 5x01 The Eleventh Hour

La nueva era Doctor Who ha llegado y desde ayer por la tarde a pesar del ansia de verlo me preguntaba: ¿Me gustará el nuevo Doctor? No soy dada a los cambios de este tipo. El paso de Christopher Ecclestone a David Tennant me costó mucho, teniendo que esperar hasta la mitad de la primera temporada del décimo Doctor para superarlo.
Muchas eran las pegas que le encontraba a este nuevo protagonista: su cara, sus expresiones, el cambio de dirección… pero sobre todo que no era ‘nuestro’ adorado David Tennant. Creo que Doctor Who nunca volverá a ser lo mismo, pero la serie sigue manteniendo ese encanto que la hace única en su especie.

Intenté liberarme de todos estos prejuicios pero lo cierto es que no lo logré del todo durante la hora en que duró el episodio. Tendré que acostumbrarme, y seguir disfrutando de las aventuras del Doctor, la Tardis y sus compañeras alrededor del universo.

Esta es la nueva presentación de Doctor Who. ¿Me gustó? No. Pero… ¿para qué seguir lamentándonos? Mejor disfrutar del espectáculo.

No os contaré de qué va el capítulo porque supongo que lo habéis visto, en todo caso no está de más advertir…

La historia del Doctor (Matt Smith) y Amelia Pond (Karen Gillan), la chica con nombre de cuento de hadas comienza con una música perfecta, triste, conmovedora, muy Who. Los detalles de las imágenes, mágicos. Las historias de Doctor Who siguen siendo inquietantes y emocionantes. Pero, en un principio sólo puedo pensar: ¿Por qué han elegido un Doctor con aspecto de psicópata?
Prefiero no pensar en eso. Las escenas del Doctor intentando averiguar lo que sienta bien a su paladar me ha gustado menos que su aspecto. A todo esto acaba comiendo barritas de pescado con natillas. ¿What? ¿What? ¿What?

Pero no hay que dejarse llevar por las apariencias ni las primeras impresiones, me digo… (aunque mucho caso no me hago) e intento mirar más allá. Los diálogos siguen siendo ‘brillantes’ y la niña está genial en su papel. Sí, ella es Amalia Pond… Amy, la nueva compañera del Doctor, sólo que ellos aún no lo saben.

El capítulo se centra en un ser tenebroso: el Prisionero Cero. Ha escapado y ahora está dentro de la casa de Amelia, pero ¿dónde? Oculto, en la oscuridad, allí donde nadie puede verle… y no puedo evitar recordar: 'Pase lo que pase, no pestañees'. Pero no… no basta con no pestañar, no hay que mirarle, si le ves, te matará.

El Doctor promete ayudar a la niña, pero por aquellas cosas del espacio-tiempo lo que en teoría eran 5 minutos de espera acaban siendo 12 años. Mismo lugar, las mismas personas, pero muchos años después… ¿El amigo imaginario de la infancia como en Madame de Pompadour? (Pero no quiero hablar de eso, que aún tengo pendiente hablar de esa exquisita segunda temporada).

Cuando él promete volver, Amelia no duda ni un segundo en hacer su maleta y esperarle. Ya ha elegido ser su compañera de viaje.

Y otra vez… vuelta a empezar: el fin del mundo, en 20 minutos, si el Doctor no hace algo para evitarlo. ¿La clave? Que Amelia crea al menos durante esos 20 minutos.

Personajes aterradores que parecen normales hacen acto de presencia. Nadie es quien parece ser, los Atraxi tienen el poder de modificar su apariencia y transformarse en quienes desean, para esconderse.

Pero nadie puede esconderse el tiempo suficiente de El Doctor. Él siempre te encontrará…

Un gran homenaje, pero es sólo eso...

Para finalizar, surge el eterno dilema: El Doctor y su soledad. ¿Es que ya lo ha superado? Atrás quedan Rose, Martha y Donna. El Doctor busca una nueva compañera.

En conclusión: el capítulo ha estado muy bien. Ha sido un regreso genial, más allá de esos ingredientes que faltan. Quizá sólo sea cuestión de adaptarse al cambio. Y por lo que se puede ver al finalizar el capítulo, lo que viene será impresionante: daleks, cybermen, vampiras y antiguos conocidos; pero no sólo eso, porque así como antes nos advertían sobre los cuatro golpes, ya nos están avisando que ‘El silencio caerá’. No sabemos lo que significa, pero podemos apostar, que no es nada bueno.

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