Señoras que ocultan al Señor Grey

- ¿Quieres castigarme?

- Sí.

- ¿Cómo? (*)

La saga de las 50 Sombras de Grey se ha hecho famosa en todo el mundo. Ha estado en el punto de mira. Ha sido alabada, criticada y vapuleada a partes iguales y dependiendo de quién opine. Para opinar, hay que leer la trilogía, eso sí. Por mi parte algún día hablaré de qué me ha parecido, qué me gustó y qué no. Pero poco a poco, y siempre desde el humor.

Hoy venía en el metro y pasó algo divertido, al menos para mí... Ante mis ojos aparecieron unos conocidos e-mails y enseguida me dije: ¡Anda, 50 sombras! Sólo me entró curiosidad por saber cuál era de los tres. Y enseguida lo supe, y me quedé con esa citada frase(*).

Pero la señora en cuestión, ocultaba al señor Grey... Llevaba el libro envuelto con papel de regalo como quien envuelve unas manzanas para la vecina. Cosa que yo no hago porque casi todos mis vecinos me caen mal.

Esto me ha hecho preguntarme: ¿Es que tan atrasados vamos? ¿Es que debe preocuparnos que otros descubran lo que leemos? Y esto lo digo porque hay...

Señoras que van en el metro leyendo "50 Sombras Liberadas" y por llevar el libro forrado con papel de regalo creen que no nos damos cuenta de lo que están leyendo.

Y no, que no es para que el libro no se le arruine.

Ay... si es que... Aceptemos que muchas hemos disfrutado descubriendo las perversiones del señor Grey. Rachel lo haría. Y Joey se lo pasaría en grande.