7.03.2013

Skins, la piel de la poesia...


Este año SKINS ha vuelto con su séptima y posiblemente última temporada. Tres historias con algunos de los personajes más queridos y destacados de la serie: Effy, Cassie y Cook.

Y digo posiblemente porque lo cierto es que no quiero saberlo. No estoy preparada para despedirme de estas magníficas historias. Historias que parecen vidas, porque tienen vida. Y poesía.

El primer capítulo, la primera parte de Fire, cuya protagonista es Effy me ha parecido precioso. Intenso. Me ha llegado al alma.

¿Qué esperamos de la vida? ¿Qué nos depara? ¿Un trabajo a nuestra medida? ¿Una oficina aburrida? ¿Nuestros sueños se cumplirán? ¿Cómo será el amor? ¿Con qué clase de personas nos encontraremos? ¿Cómo es el paso de ser adolescente a ser un adulto con responsabilidades? ¿Cuánto tiempo lleva? ¿Cuánto duele?


Effy siempre fue de los personajes más intrigantes y brillantes, pero en Fire se está luciendo como nunca. Bueno, además ahora "habla" y lo que dice es como ella: inesperado.

Esperaré a que ver la segunda parte para hablar más de su desarrollo, por ahora sólo puedo decir que Skins me parece poesía, arte, color a pesar de la bruma.

Skins te hace pensar en la vida, te muestra la vida, tal como es, sin máscaras, sin engaños, con sus virtudes y defectos. Con sus alegrías y pesares. ¿Qué más puedo decir de esta serie? Me encanta, no puedo decir mucho más.


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