Probado está que por la noche, lo mejor es leer cosas bonitas, o que al menos... nos permitan eso... soñar.
Yo no estaba respetando la premisa: me había acostumbrado a estudiar aún por las noches (ese último repaso) o a leer el manga de Death Note. Y claro está, por un motivo o por otro, tenía pesadillas.
Pesadillas muy desagradables. Ojalá soñase al menos con dragones, pero no. Todo eran tragedias. Por eso estoy intentando leer cosas divertidas por la noche. Y alguna risita se me escapa, como con las primeras dos páginas de "¡Guardias! ¿Guardias?" de Terry Pratchett, el cuarto libro que leo de este autor.
Aquí os dejo la parte de las risas (y con un poco de suerte, lo leéis conmigo):
"Aquí es a donde fueron a parar los dragones.
Aquí yacen...
No están muertos, no están dormidos. No aguardan, porque el hecho de aguardar implica una cierta expectación. Posiblemente la palabra más adecuada sea...
... latentes.
Y aunque el espacio que ocupan no es como el espacio normal, están muy apretados. No hay ni un centímetro cúbico que no esté ocupado por una garra, una zarpa, una escama o la punta de una cola, de manera que la sensación que da es como en esos dibujos engañosos, hasta que por fin los ojos comprenden que el espacio que hay entre dragones es, de hecho, otro dragón.
Podrían recordar a una lata de sardinas, si uno imaginara sardinas enormes, con garras, orgullosas y arrogantes.
Y probablemente, en algún lugar, estará la llave.
En otro espacio completamente diferente, la madrugada envolvía Ankh Morpork, la más antigua, grande y sucia de las ciudades. Una lluvia fina caía del cielo plomizo y perforaba las nieblas del río que serpenteaban entre las calles. Las ratas de diferentes especies se dedicaban a sus ocupaciones nocturnas: cobijados en la capa oscura de la noche, los asesinos asesinaban, los asaltantes asaltaban y las busconas buscaban. Etcétera, etcétera.
Ebrio, el capitán Vimes, de la Guardia Nocturna, se tambaleó calle abajo, se dejó caer suavemente en el canalón junto a la Casa de la Guardia y se quedó allí tendido, mientras sobre él unas extrañas letras hechas de luz chisporroteaban con la humedad, y cambiaban de color...
La ciudad era una..., una..., una cosa de ésas (un coso*). Una mujer. Eso, una mujer. Una mujer vieja y eso. Te seducía, te dejaba que te eso, que te enamoraras, y luego te daba una buena patada en eso, en..., en la... cosa con d... en la dengua..., no, en los dientes. Eso, eso es lo que hacía la muy..., la muy animal..., ya sabes, la mujer del bicho ese..., la zorra. Y entonces la odiabas, y justo cuando pensabas que ya la tenías en un..., en un..., bueno, en un ése..., te abría su enorme corazón podrido y te cogía de impra... impre... improviso. Eso. Nunca sabías a qué atentarte..., atontarte..., atenerte. Lo único que sabías era que no podías soltarla. Porque era tuya, tuya hasta la última alcantarilla...
La húmeda oscuridad envolvía los venerables edificios de la Universidad Invisible, la principal escuela de magia. No había más luz que un tenue parpadeo octarino en las pequeñas ventanas del nuevo edificio de Magia de Alto Voltaje, donde los cerebros más experimentados estaban estudiando el tejido mismo del universo, tanto si le gustaba como si no.
Y claro, también había luz en la biblioteca.
La biblioteca contenía la mayor colección de libros sobre magia de todo el multiverso. Miles de volúmenes de sabiduría ocultista combaban los estantes".
¡Guardias! ¿Guardias? Terry Pratchett.
Y yo, la otra noche leyendo este pasaje, me acordaba del Buffyverso. Cosas de una.
Por cierto, sigo durmiendo mal, pero al menos no sueño con gente que muere apuntada en un Death Note. Ya es algo, eso...
* Nota: agregado de mi propia cosecha. Terry Pratchett jamás se hubiese referido a las cosas como "coso", cosa que sí hago yo. Por mis propias dificultades para expresarme... y eso. ;)
¡Terry Pratchett mola! :D
ResponderEliminar¡Pero tú más!
ResponderEliminarGracias por recomendarme el libro, me estoy divirtiendo mucho... Bueno, ya lo sabes ^_^
:D <3
ResponderEliminarJAJAJAJJAJAA! Reconozco que yo también soñé con gente que moría tras ser anotada en una Death note! xDDDD Si es que esta obra es genialosaaaaa!
ResponderEliminarEn cuanto al libro la verdad es que no lo conocía! Pero me lo anota para darle una oportunidad en cuanto pueda ^^
Un saludoooo!
Lo de Death Note es de libro... bueno, de cuaderno xDDDDD
ResponderEliminarEl libro es una pasada, me hace reír todas las noches. A ver si te gusta. ^^
Saluditos :)
Encontrar lecturas bonitas o divertidas exclusivamente para las noches es difícil si esa es la hora habitual de leer. Lo mismo cuentas con algo de Terry Pratchett que con uno de Thomas Ligotti.
ResponderEliminarY lo del Death Note casi nos pasa a todos. Si tuviera uno, creo que en un mal día solo quedarían en el mundo cuatro gatos. Más los gatos propiamente dichos.
Cuánta razón en lo del Death Note... aunque yo hasta ahora no había soñado que apuntaba a nadie... De hecho tengo uno y nunca lo he probado :P
ResponderEliminarEso sí, los gatos siempre se salvan, porque ellos son los mejores. ^_^
¡Gracias por comentar, Renaissance!
A mí por la noche me gusta leer cosas que me diviertan, así como ver series y películas que me hagan reír y mantener conversaciones alegres. Eso influye bastante en los sueños que voy a tener.
ResponderEliminarEl último libro que me leí fue EL JUEGO DE RIPPER, de Isabel Allende, que me encantó, pero lo leí sola en el pueblo y por la noche, dónde mi casa está en el fin del mundo con un bosque debajo y cuando llegué al final me parecía que Carol Underwater iba a entrar en mi habitación jajaja y mira que yo no soy miedosa!!!
Hay que tener cuidado con lo que uno lee por la noche... no sea que se convierta en realidad :P
EliminarNo esperaba menos de la bruji Magrat ;)
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